Me preguntan cómo aprender y solo tengo una manera para recomendar, porque aprendí viviendo y usando el libro para reflexionar sobre ello. Es decir, en una praxis. Lo encontré a los 30 años y tengo 76. Cuando estaba buscando maestro y no confiaba en maestro humano alguno. Estaba en la vidriera y me miraba, la versión completa de Wilhelm, con el poema de Borges. Entré, lo revisé y lo reconocí como maestro para el resto de mi vida. Así fue, como en la segunda línea del hexagrama 38, El Otro. Lo extraño, lo desconocido significativo, el espejo, la otra versión de uno mismo, lo proyectado, lo excluido de la consciencia. Al 38 lo nombran El Antagonismo por eso. Es como la lucha de Jacobo con el Ángel, que solo se reconoce cuando nace el día. Cuando alumbra la claridad de la consciencia. Uno puede revisar una versión del I Ching por primera vez en su vida y no comprender absolutamente nada, pero no puede no reconocer que está en presencia de un maestro. Un maestro no humano, matemático,
Es mi respuesta a un comentario en este artículo, https://abatesoderini.blogspot.com/2013/01/i-ching-sobre-el-significado-del-nombre.html Hola Beth, sí. El rapto es un concepto de mutación, de unión de opuestos que cambian la cualidad, también está en el rapto de Perséfone, la primavera que para ser verano es madre, 1, 2, 3. Ser tres, tres es el hijo, el hexagrama 3. La cuenta de los hexagramas en el I Ching, la secuencia, comienza por el 3, el primer hexagrama compuesto. Entre 1 y 2 no hay secuencia, existen por separado y, sin mutaciones, son incapaces de realizar algo. Tiempo sin espacio, el 1, espacio sin tiempo, el 2. Con la fusión tiempo-espacio el ser entra en la manifestación, el hexagrama 3 y en el 3 comienza la secuencia. En todas las culturas aparecen mitos con los mismos arquetipos, la única diferencia que he encontrado es el grado de violencia y crueldad del mito, desde casi nada hasta lo absurdo. Las historias que nos contamos para vivir son las mismas, llevan igual